2008-2010

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  • Última modificación de la entrada:20 de septiembre de 2024
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Tercer Hermano Mayor:

"José Manuel Gómez Fernández”

2008 "Alma de un Barrio"

El año 2008 será recordado, entre otras cosas, por ser el primer momento en que María Santísima del Amor cruzó el umbral de la puerta de San José para recibir a su Hijo el "Ecce-Homo" en la Madrugada del Perdón del Martes Santo. Era portada por nuestras horquilleras, pioneras en llevar al "Ecce-Homo" sobre sus hombros en el año 1992 y pioneras en llevar sobre sus hombros a María Santísima del Amor, quien sabe si como anticipo de lo que ocurrirá en el año 2017.

Allí le esperaban miles de personas, le esperaba su barrio, su gente y sus devotos. Un hermano cofrade, nuestro primer hermano mayor, D. José Manuel Moreno Collantes, tenía el honor de poner voz a los sentimientos que le dictaba el corazón y que no eran otros que los que compartía con todo un pueblo. La cuaresma estuvo cargada de otros momentos únicos e inolvidables pero sin duda este instante por todo lo que aventuraba en el futuro es el más indeleble.

historia, alma de un barrio, dvd, eccehomo, virgen del amor, ecceyamor, parroquia, san jose, velez malaga, semana santa, El resto del año se desarrolló como en años anteriores con mucho trabajo, dedicación y esfuerzo. Empezábamos el año elaborando una película tipo documental en formato DVD con la historia de la cofradía. Se trata de una obra que se presentó el sábado 16 de febrero en el Teatro de Carmen. La película titulada "Alma de un Barrio" se llevó a cabo durante dos largos años. Muchas horas de grabaciones, textos, fotografías, localización de escenarios, etc. Todo bajo la dirección y realización de D. Claudio López, persona experimentada en el mundo multimedia. La obra estuvo a la venta al precio de 10 € y se hicieron un total de 2000 copias.

Como decíamos al principio de esta crónica del año 2008, el Martes Santo, deparó un momento mágico pero también sirvió para comprobar cómo nuestro desfile procesional iba creciendo en penitentes y como eran más de 300 jóvenes con una edad media en torno a los 10 años los que ponían ilusión, colorido y juventud en la procesión.

Tal número, su juventud y falta de experiencia quizás den una imagen menos formal del desfile pero todo ello se ve recompensado por el cariño y devoción que tienen hacía sus Sagrados Titulares. Verlos sentados todos juntos en los bancos de la Parroquia de San José, momentos antes de la salida procesional es un regalo de Dios. Recién peinados, con la mirada perdida en el altar y aferrándose a sus inmaculados guantes, sólo eso, nos inunda de ilusión y ganas a los menos jóvenes para seguir con esta misión evangelizadora de dar a conocer a Jesús y hacer llegar su mensaje de Salvación Eterna.

También nos servía para disfrutar de rituales que se repiten cada año pero que cada año se viven de manera distinta y única: Los hombres de trono comienzan a llegar. Alguno se agarra con fuerza al varal, a su puesto, desde temprana hora. Su mirada habla por sí sola, el diálogo con su Cristo es real, en apenas cinco centímetros cuadrados se dibuja la señal de la cruz, con rapidez, una y otra vez. Es su momento, quiere estar solo, no necesita a nadie, la imagen de su Cristo le llena el corazón, su respiración entrecortada se empieza a relajar. Es un hombre de trono. Entregado. Recibe amor a cambio de penitencia. Las campanas empiezan a repicar, la enorme puerta de San José deja entrar la brisa primaveral que baja desde la Fortaleza. Es Martes Santo. Jesús es presentado un año más a su pueblo y a su barrio, en esta ocasión es nuestro querido hermano Juan E. Herrera Jiménez, el encargado de decir una palabras emocionadas con las que comienza la procesión. El "Ecce-Homo" abandona su morada por unas horas para andar con lentitud por las calles veleñas en un recorrido largo que provocará un cansancio relajante en sus promesas. Al final de la noche, entrada la madrugada, un solo de corneta interpreta “Reina y Esperanza”. La Plaza Ecce-Homo queda invadida por la fresca brisa que se conjuga perfectamente con unos sones ya conocidos por el pueblo veleño. Jesús entra en su templo y lleva a sus espaldas los ruegos y peticiones de su pueblo. Se cierran las puertas de San José. Un año más, el testimonio de Fe ha discurrido por las calles de nuestra ciudad y por primera vez nuestra Virgen, María Santísima del Amor ha traspasado los umbrales de San José.