Hola buenos días. Hoy retomamos la Sección Reportajes con una entrevista a D. Antonio Javier Castilla.
Como ya sabéis nuevo Párroco y Consiliario de la Cofradía de Nuestro Padre Jesús en su Presentación al Pueblo "Ecce-Homo" y María Santísima del Amor, de Velez-Málaga.
Esperamos que os guste. Y aprovechamos para dar las gracias a D. Antonio, por su colaboración en ésta entrevista.
ENTREVISTA A D. ANTONIO JAVIER CASTILLA
¿Quién es Antonio Javier Castilla?
Es un loco (risas), tiene 31 años, es natural de Málaga, un chico normal y sencillo que no ha destacado en su vida en nada y que un día siente que el Señor lo llama para algo especial. Soy de una familia cristiana y lo normal para mi era estar siempre en la parroquia, en los grupos... Cuando era pequeño, mis padres tuvieron a bien llevarme al Seminario Menor. Pasaron los años y sentía que el Señor me llamaba para la vida sacerdotal. Así que entré en el Seminario y ví que era verdad que me llamaba, por lo que fui ordenado sacerdote en el año 2009.
Descríbase en tres palabras
La entrevista es más complicada de lo que yo pensaba (risas). Sacerdote, Sacerdote y Sacerdote.
Háblenos del camino recorrido hasta llegar a la Parroquia de San José
Cuando terminé el instituto, allá por el año 2002, ingresé en el Seminario en Málaga, en el que estuve 7 años, hasta 2009 que recibí la ordenación sacerdotal. Mi primer destino como párroco fue la Serranía de Ronda. En concreto, cuatro pueblos llamados Igualeja, Pujerra, Parauta y Cartajima. Allí estuve hasta octubre del año 2013. A partir de esa fecha he estado en Málaga, en el área de comunicación, sensibilización y prensa de Caritas Diocesana. Y por voluntad del Obispo, tomé posesión de esta nuestra parroquia el día 7 de Septiembre de 2014.
¿Cómo se sintió, el pasado 23 de julio, al conocer su nuevo destino como Párroco de San José y Capellán del Hospital Comarcal de la Axarquía?
Tengo que decir que el nombramiento lo conocí estando yo en El Corte Ingles (risas), fue un poco surrealista. Yo no tenía ni idea. Era el día de la Virgen del Carmen, estaba en la sección de juegos de ordenador con unos amigos y recibí una llamada de Don Gabriel Leal que es el Vicario de la vida caritativa de la Iglesia. De tal manera, me dijo que el Obispo quería que fuera párroco de San José de Vélez-Málaga, a lo que le contesté: ¿Dónde está esa Parroquia? Así que me dio una pequeña orientación geográfica y le dije que adelante.
¿Qué objetivos se ha marcado en esta nueva andadura?
Algo tan simple como continuar con lo que había. Puesto que he llegado nuevo y no conozco a nadie realmente, por lo que no puedo tomar decisiones o elegir el camino a recorrer, así que mi objetivo es conocer a la gente para posteriormente trazar un camino.
Tras casi tres meses con nosotros, ¿cómo va siendo el día a día de la Parroquia? ¿Y cuales han sido sus primeras impresiones?
Es una parroquia muy intensa, con mucho movimiento constante de gente. Al principio de curso siempre hay más auge, más movimientos y se acercan para apuntar a los hijos a catequesis o ellos a catequesis de confirmación. Además, a solicitar algún sacramento o algún documento. Además es una parroquia en la que hay mucha gente implicada en las tareas parroquiales, existen grupos de todo tipo, incluyo Cofradía, Caritas, grupos de confirmación, Pastoral de matrimonio, Scouts Católicos, son muchos. Yo estaba acostumbrado a parroquias muy pequeñitas con una pastoral muy simple y aquí no es solo eso, sino que hay muchísimo movimiento. Para mi es todo nuevo.
La primera impresión ha sido buenísima. Una parroquia muy abierta. La parroquia no la hacen los muros sino que la hace la gente que hay en ella. Si la gente apoya en lo que haga falta, es buena gente y vive su fe pues la parroquia brilla. La gente de aquí es muy muy muy colaborativa, muy disponible siempre, con el corazón muy abierto y me he sentido acogido en todo momento. Por tanto, le doy un 9 a este mes y pocos días.
Nos han comentado que usted tiene una afición curiosa, de "altos vuelos", ¿nos puede hablar de ella?
Si, me saqué la licencia de piloto. Yo tenía siempre una vocación, la sacerdotal por supuesto, pero los aviones siempre me han tirado mucho. De pequeño, entre todas las cosas que quería ser, una era ser piloto. Es una maravilla volar, porque contemplas las cosas como casi las ve Dios, desde arriba. Es una forma de contemplar el mundo muy interesante, además me hace muy humilde porque cuando desde la altura ves lo pequeño que es todo y lo poca cosa que somos comparado con toda la creación, pues uno dice: Gracias Dios por este mensaje. Yo soy sacerdote, y también piloto.