Hola a tod@s, os presentamos una nueva entrega de Sones de Pasión.
Hoy os traemos la primera entrevista de esta Sección.
Y para empezar, que mejor que con uno de los mejores músicos que tenemos en la actualidad. Se trata de D. Joaquín Eligio Brun, conocido musicalmente por "Kini Triana".
Bueno pues os dejamos la entrevista.
Esperamos que os guste!!!
Y recordad que la entrevista se ha dividido en 2 partes, para no hacerla demasiado extensa.
¿Quién es Joaquín Eligio Brun?
Es una persona muy familiar. Que le gusta estar con su gente, rodeado de los que le quieren y aprecian, al igual que él a ellos. Creo que esa es la palabra, porque familiar lo engloba todo.
Banda a la que perteneces actualmente:
Banda de cornetas y tambores Santísimo Cristo de las Tres Caídas de Triana.
Instrumento que tocas:
Con el que estoy haciendo mi vida musical es con la corneta. Después “aporreo” la guitarra, el piano, la trompeta. Me encanta la música en general. Pero mi instrumento fetiche es la corneta, porque me siento muy identificado con él, es un instrumento que me transporta a otro sitio y cada vez me siento mas identificado con él.
Descríbete en tres palabras:
Es complicado. Yo no me veo ni mis virtudes ni mis defectos. No suelo mirarme en mi mismo por lo que me resulta muy complicado describirme. Soy muy amigo de mis amigos y cariñoso. Pero si que es verdad, que siempre llevo por bandera la humildad. Es una palabra que no me gusta pronunciar muchas veces, pero es una de las cosas que hoy día falta mucho en la vida. Las personas estamos perdiendo un poco el sentido que tiene la vida, y nos estamos volviendo un poco hipócritas, envidiosos y algunas cosas más que deberían de desaparecer en mi opinión.
¿A qué otras bandas has pertenecido?
Empecé en la banda del Divino Perdón del Parque Alcosa (Sevilla), donde estuve un par de años. Después sentí la llamada de mi Hermandad Tres Caídas y Esperanza de Triana, e ingresé en la Banda Juvenil de la misma, cariñosamente llamada “la banda chica”. Y a los seis años de estar en ella, ingresé en la banda “grande” de Tres Caídas y ya llevo 14 años.
¿Cómo es el día a día de la Banda de Cornetas y Tambores de las Tres Caídas de Triana?
Es un estrés todo el día, (risas). Los preparativos, los ensayos… Lo importante es que vas a ver a los compañeros, que son también amigos y pasas un rato muy bueno. Haces lo que te gusta, que al fin y al cabo es lo principal y lo que importa.
El día a día consiste en empezar el ensayo con las escalas, luego practicar las marchas, marchas y más marchas, y cuando hay algo que matizar, viene el Director Musical para repasar las marchas. Pero lo que destacaría en el día a día, es el hacer compañerismo, como se dice, hacer piña. De lo que se trata es de hacernos mejores personas y compañeros. Como indica el eslogan que tenemos en la nave de la banda: “Aquí te enseñamos a ser músico, lo único que necesitamos es que seas buena persona”.
¿Qué sentido tiene o que representa la corneta en tu vida?
La corneta ha representado y sigue representando todo en mi vida. Como suelo decir, es mi media naranja, aparte de mi mujer, claro está (risas). La corneta es con la que me compenetro, con la que tengo días muy buenos y días no tan bueno donde no te salen las cosas como quieres. En fin, es como si fuera mi pareja. Es mi vida, en el sentido de que todo lo que tengo, aparte de por mis padres, me lo ha dado la corneta y la música.
¿Te gustaría que tus hijos siguieran tus pasos?
Resulta extraño pero, yo prefiero que mi hija elija tocar el piano, aunque yo no puedo decidir por ella, sino que es ella la que tendrá que decidir cuando sea mayor. Y si quiere seguir mis pasos, intentaré que le sea lo más fácil posible. Al igual que con mi hijo. Siempre los niños suelen ser un poquito más del padre cuando son pequeños y que les guste todo lo que le gusta al padre. Lo cierto es que, si verdaderamente se reconoce la corneta, como me gustaría que se reconociera, no me importaría que mis hijos siguieran mis pasos. En cambio, si no se reconoce, sería más reacio a ello, porque esto es una obligación, es mucho el sacrificio que hay que hacer, y más si no le llega a “llenar” al cien por cien. Yo creo que la corneta es el instrumento más sacrificado que hay, ya que, por ejemplo, la guitarra como es un instrumento que está reconocido en los Conservatorios de Música, pues se ve de una manera diferente a la corneta, ya que ésta, al no estar reconocida en el Conservatorio de Música, a la gente le cuesta mucho verla fuera de la Semana Santa. Entonces, si se llegara a reconocer, que es la intención que tenemos muchos compañeros, no me importaría que mis hijos siguieran mi camino, ya que sería un paso muy grande, para la corneta, el que se pudiera estudiar en el Conservatorio como una carrera.
Un músico o compositor al que profesas admiración:
El músico que siempre he querido ser o al que he querido imitar cuando era pequeño, es Julio Vera. Yo crecí con él. Crecí escuchando solos como el Manué y silencio blanco. Para mí, ha sido musicalmente mi padre. Fue el que me enseñó y el que me sigue enseñando, tanto en la música como en lo personal. Otro compositor, al que admiro y es un gran amigo, es Manuel Alejandro González Cruz, le dicen “Kini” al igual que a mí, es un compositor que hoy día me llena y es el que ha hecho las marchas de La Pasión, Madrugá, Creo en ti, Ahí queó, Reencuentro…
En la semana de pasión, ¿prefieres la madrugá o el amanecer del día?
Es una pregunta que va a tener dos contestaciones porque no tiene nada que ver como lo vives en la madrugá, a como amanece el día cuando sales de la Catedral. No puedo decantarme por ninguna.
La madrugá, es la primera parte, es el nerviosismo por la salida, la gente que está contigo, la que te acompaña, los compañeros, verle sus caras, es decir, es el punto de la felicidad. Como siempre digo, la madrugá es el momento de saludar, es cuando más besos se dan (risas).
Luego el amanecer, tiene felicidad pero mezclado con un poco de tristeza porque sabes que se va a “recoger”. Cuando ya sales de la Catedral es un poco como que vamos de camino para atrás. A mi me llena mucho el amanecer del día, la entrada a su capilla de Triana, para mi es de los momentos más buenos. Son momentos diferentes, pero el amanecer es en el que se juntan todos los factores: la felicidad, la tristeza, el sentimiento, el acordarte de los familiares que por desgracia ya no están, de tus padres, de todo el que te ha “aguantado” todo un año entero haciendo cosas… Son dos partes muy bonitas y diferentes.
¿La corneta te eligió a ti o fue ella quien te eligió?
No sabría decirte, es complicado. Creo que nos encontramos los dos en el momento que teníamos que encontrarnos. Estaba en el destino para ella y para mí. Desde pequeño, la familia te va inculcando la Semana Santa, mi familia entera es de Triana y lo vives mucho. Ves las Cofradías que hay, las bandas de cornetas y tambores, te vas interesando por la de tu Hermandad y te vas impregnando de todo. Poco a poco vas animándote, y al final, llega el momento en el que estás metido dentro y no sabes como ha sido.
No se porqué, pero no pensaba que la corneta iba a darme tantas alegrías. Ahora mismo para mí es mi media naranja, mi pareja musical.
¿Qué cualidades caracterizan tu personalidad?
Soy muy pertinaz, demasiado exigente conmigo mismo. Creo que muchas veces esta exigencia me ha venido mal, ya que algunas veces de exigirme tanto a mi mismo, he terminado bloqueándome. Soy muy trabajador, aunque también me gusta el cachondeo. Hay momentos para todo. Pero cuando hay que trabajar, hay que ponerse las pilas y responder.
Un momento de la Semana Santa que echas de menos:
Cuando estaba en la Banda de Cornetas y Tambores Juvenil de Tres Caídas de Triana, tenía más tiempo para ver Semana Santa. Ahora, se tiene menos tiempo, ya que también hemos cogido el Lunes Santo la Hermandad de Las Aguas. Antes, aprovechaba el Lunes Santo, para coger a mi hija y llevarla a ver San Gonzalo y ver las Hermandades del Lunes Santo. La verdad que lo que más hecho de menos es la infancia, de cuando me llevaban mis padres a ver la Semana Santa, con una bolsa llena de bocadillos y de latas de refrescos. Ya la familia no lo puede vivir como antes pero, gracias a Dios, al ser mi padre auxiliar de la banda, disfrutan al verme tocar y al ver que yo estoy disfrutando con lo que hago.
Continuará......