Buenos días tengáis tod@s.
Ya estamos aquí otro domingo para presentaros la lectura del Evangelio del día.
Como ya sabéis dentro de nuestra sección Domigos de Fé.
Hoy cuarto domingo de Pascua.
Santos del día : San Rafael Arnaíz Barón, Beato Estanislao Kubista
Evangelio Domingo 26 de Abril de 2015
Evangelio según San Juan 10, 11-18
Yo soy el buen Pastor. El buen Pastor da su vida por las ovejas.
El asalariado, en cambio, que no es el pastor y al que no pertenecen las ovejas, cuando ve venir al lobo las abandona y huye, y el lobo las arrebata y las dispersa.
Como es asalariado, no se preocupa por las ovejas.
Yo soy el buen Pastor: conozco a mis ovejas, y mis ovejas me conocen a mí
-como el Padre me conoce a mí y yo conozco al Padre- y doy mi vida por las ovejas.
Tengo, además, otras ovejas que no son de este corral y a las que debo también conducir: ellas oirán mi voz, y así habrá un solo Rebaño y un solo Pastor.
El Padre me ama porque yo doy mi vida para recobrarla.
Nadie me la quita, sino que la doy por mí mismo. Tengo el poder de darla y de recobrarla: este es el mandato que recibí de mi Padre".
Comentario del Evangelio del día por:
San Antonio de Padua (1195-1231), franciscano, doctor de la Iglesia
Sermones para el domingo y las fiestas de los santos
"El buen pastor da la vida por las ovejas"
«Yo soy el buen pastor». Cristo, con todo derecho, puede decir: «Yo soy». Para él nada es pasado o futuro, todo le es presente, Es lo que él mismo dice en el Apocalipsis: «Yo soy el Alfa y la Omega, el que es, el que era y el que viene, el Todopoderoso» (Ap 1,8). Y en el Éxodo: «Soy el que soy. Dirás a los hijos de Israel: 'El que es me ha enviado a vosotros'» (Ex 3.14).
«Yo soy el buen pastor.» La palabra «pastor» viene de la palabra «pacer». Cristo nos apacienta cada día con su carne y con su sangre, en el sacramento del altar. Jesé, el padre de David, dijo a Samuel: «Mi hijo menor es un niño y está paciendo el rebaño» (1S 16,11). Nuestro David, pequeño y humilde, a pacienta también a sus ovejas como un buen pastor...
También en Isaías se lee: «Como un pastor apacienta el rebaño; su mano los reúne, lleva en brazos los corderos, cuida de las madres» (Is 40,11)... En efecto, el buen pastor, cuando conduce su rebaño a los pastos o lo saca de él, reúne a todos los corderos pequeños que todavía no pueden caminar; los toma en sus brazos, los lleva sobre su seno; lleva también a las madres, las que vana parir o las que acaban de dar a luz. Eso mismo hace Jesucristo: cada día nos alimenta con las enseñanzas del Evangelio y los sacramentos de la Iglesia. Nos reúne en sus brazos, que extendió sobre la cruz «para reunir en un solo cuerpo a los hijos de Dios dispersos» (Jn 11,52). Nos acoge en el seno de su misericordia, como una madre acoge a su hijo.
Fuente: www.evangeliodeldia.org
Fuente imagen: Diócesis de Málaga