Buenos días, hoy volvemos con nuestra sección ”Recuerdos” ,en la que os ponemos datos y momentos importantes que hemos vivido en nuestra cofradía.
Ahora que estamos inmersos en plena construcción del trono de nuestra Santísima Virgen del Amor y que muy pronto tendremos aquí con nosotros, vamos a recordar aquellos momentos que vivimos cuando estábamos en plena búsqueda y construcción del trono de nuestro “Ecce-Homo” allá por el año 1992.
Una vez que teníamos una idea aproximada del Trono que queríamos para nuestra Cofradía y acorde con nuestros principios, varios hermanos entre ellos Javier Rodríguez y Alfredo Muñoz, realizan unos cuantos bocetos de la idea del Trono que queríamos.
Siendo de referencia para visitar a varios tallistas.
Acto seguido con dichos bocetos cursamos visita a los Talleres de D. Rafael Ruiz Liébana, presentándole la idea que teníamos de Trono.
A lo que nos respondió, al ver el boceto, literalmente: ”Si yo hago esto, en Málaga me pegan”, ”Yo os puedo hacer algo acorde con mi trabajo”.
Dándonos un proyecto que había hecho para otra Cofradía y que finalmente no había realizado, por si nos gustaba. Quedando en contestarle una vez presentado en Junta de Gobierno.
Mantenida reunión de la Junta de gobierno, se decidió desestimar dicho proyecto ya que era muy barroco y el coste muy elevado (cuatro millones de pesetas). No amoldándose a la idea austera y de sencillez que teníamos.
Quedándonos un poco en la tesitura de no saber dónde ir o acudir.
En una de las muchas tertulias cofrades, coincidimos con un amigo Cofrade, D. Pepe Jesús Salto, y nos comentó que le habían dado referencias de un tallista en Málaga, que estaba empezando y trabajaba bien.
Al parecer vivía por la Avenida de Barcelona. Así que un sábado por la mañana de principios de la primavera del 92, José Antonio Piédrola y Juan Martín Escalona, miembros de la Junta de Gobierno, se trasladan a Málaga a tratar de hallar a este tallista.
Preguntando por la zona indicada, en varias carpinterías y en una Iglesia al párroco, nos dieron la referencia de un tal “Pedrito”, ya que no le sonaban el señor que buscábamos.
Por lo que decidimos visitar al citado “Pedrito”. Pegamos a la puerta y nos abrió su señora. Encontrándonos posteriormente, con un hombre de avanzada edad, y como acto reflejo nuestros hermanos cruzaron miradas, pensando que dicho señor no nos podría hacer lo que queríamos. El hombre dentro de su modestia, nos dijo que sí había hecho algunos tronos y algunas restauraciones de imágenes, y que aunque ya no se dedicaba mucho a ello, les haría un boceto.
Aquí os dejamos dos imágenes, una del boceto de nuestro trono y la otra imagen del tallista D. Pedro Pérez Hidalgo.
La próxima semana os seguiremos contando que fue lo que pasó después de la visita a "pedrito".
