Buenos días y bienvenidos una semana más a nuestra sección “Recuerdos”, en la cual recordamos los momentos más importantes de nuestra cofradía.
En el artículo de hoy seguimos recordando aquel maravilloso año 2006. La semana pasada ya empezábamos a recordar el último Vía-Crucis desde el Convento de las Monjas Clarisas, en cual podéis leer pinchando aquí.
Hoy seguimos con nuestra estación de penitencia de aquel Martes Santo 2006.
Después de la salida desde “el tinglao”, nuestros penitentes más pequeños van abriendo camino junto a la Cruz Guía. Esa juventud que cada vez va aterrizando con mayor fuerza en nuestra Cofradía.
Los hombres de trono no suponen ninguna novedad en nuestra procesión. Siempre es lo mismo, y no es fácil decir esto: seriedad, saber estar, silencio y orden. Más de 120 horquilleros se agolpan bajo los varales, por delante, más de 8 horas de largo recorrido. Año tras año, se produce el milagro de cada primavera, vuelven a aparecer. Su único deseo: tallarse y sacar de nuevo al Cristo de la Caña.
El encuentro de Jesús con su Madre, la Santísima Virgen de los Dolores, en el Paseo Nuevo como cada año, se vio arropado por todo un pueblo que aunque sea apretujado, casi perdiendo el equilibrio, no quieren dejar de mirar a los ojos a esas dos imágenes que sobrecogen cada año los corazones de los allí congregados. El encuentro ha sido numerosas veces referencia importante de nuestra Semana Mayor, habiéndose desplazado el canal televisivo Canal Sur para dar respuesta en directo al resto de los andaluces.
Después de muchas horas de largo recorrido por el Centro Histórico de nuestra ciudad, el río humano de penitentes se vuelve a asomar a la Avenida Vivar Téllez. Son más de las 12 de la noche, el cansancio se deja entrever en los más pequeños. Unos muestran su cirio con apenas unos centímetros, otros levantan su velillo para acariciar momentos de la brisa torreña, algunos caen de agotamiento en brazos de sus madres. Pero al final la ilusión brilla en sus ojos. No quieren volver a casa, quieren ver el final, quieren ver a su Cristo en la oscuridad de calle Clavel, quieren ver a los demás, a sus amigos de sección, esta noche el cansancio se hace dulce.
Estamos de nuevo en Calle Clavel. Silencio roto por el correteo de la marea humana que acompaña por las aceras a su Cristo hasta su Barrio. Los hombres de trono muestran en sus caras la resignación, el cansancio, el sacrificio. Un haz de luz divina nos hace ver en la oscuridad de la noche, el rostro dulce de Jesús. Oración flamenca hecha himno. Sinfonía de cornetas. Martillo que golpean el bronce. Tintineo de campanas.
¡El milagro se produce un año más!, ¡aquí lo tenéis!, ¡hablad con El!, ¡aplaudidle!, ¡gritadle!, ¡lloradle!, ¡pero no dejéis de mirarle a los ojos!.
¡Ha venido hasta aquí, hasta su barrio, nunca os fallará y siempre estará con vosotros!
Esperamos que os haya gustado y nos vemos después de Semana Santa. Un saludo!!
#Recuerdos #PequeñaHistoria
